historias de media noche

LAS FLORES DE MI JARDIN

Durante el día de hoy me he dedicado a sacer fotos a las flores del  jardín de mi señora que cuida amorosamente y con gran dedicación. Simplemente las recojo aquí como muestra de lo hermosas que son porque yo de flores no entiendo nada, solo sé si me gustan o no me gusta pero casi que no las distingo y mucho menos conocerlas por  sus nombres salvo las más comunes.

Tampoco están muy logradas las fotografías, pero es que tampoco soy experto en ese tema, se hace lo que se puede. Están hechas con la cámara del teléfono y al escribir esto me acuerdo de aquellas antiguas máquinas de fotos compuestas por un enorme cajón, apoyado en un trípode, donde se escondía el señor fotógrafo tras un paño negro.  

  Como ha cambiado la cosa. Más tarde, ya por los años 60, lo normal era secarse las fotos en fiestas y romerías pues nunca faltaba el fotógrafo del lugar dispuesto dejar constancia del divertimento de grandes y chicos. La foto de la pandilla era obligada en estos casos así como la foto de familia que dejara constancia de la presencia de todos en el evento .Por esos años solamente tenían cámaras de fotos unos pocos y por lo general, los turistas.

                     

Recuerdo que mi padre tenía una que era como un pequeño cajoncito con asa en la parte superior donde también tenía un visor del tamaño de un sello de correos .Durante muchos fue juguete mío y de mi hermano y no me acurdo de haberla visto funcionar. Por lo visto para aquel tiempo era una cámara muy buena.

Hoy con un aparatito del tamaño de medio paquete de tabaco se hacen fotos, se habla con cualquier persona en cualquier parte del mundo, se mandan mensajes, se puede conectar a internet escuchar la radio, música, y montón de cosas más. Si los pioneros de la cámara oscura lo vieran quedaría flipando.